Tus ojos ya nunca volverán a brillar en mi retina y ya nunca voy a volver a sentir tu piel. Seguramente, no volverás a acariciarme ni a decirme cuánto me quieres. Nunca voy a volver a salir de casa esperando cruzar la primera mirada del día contigo, ni me acostaré mas una noche pensando que toda mi vida eres tú. Quizás nunca vuelvas a entenderme como lo hacías con solo cruzar nuestra mirada, ni me hagas volver a sentirme la persona mas especial del mundo. Pero de lo que si estoy seguro es de que has dejado un alma rota esperando en silencio a curarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario