Ella volvió la cabeza sonriente, le guiñó un ojo, y volvió a mirar al frente. Él se sintió trasportado hasta aquellas tardes vividas con ella, en rincones solitarios de los jardines del colegio, que se le antojaban muy lejanas; siempre le habían precido demasiado maravillosas para ser ciertas, como si hubiera estado robándole horas de una felicidad insólita a la vida de una persona normal..
jejej, se de lo que hablas! :)
ResponderEliminarla imagen me encantaaaa!!
Un besoo pedrinnnn
uy pedrin k texto jaja me suena..
ResponderEliminarbesos!
La madriguera ^^
ResponderEliminarbesitos